Aparte de la limpieza con artículos concretos para madera, hay que tomar en consideración otras caracteristicas. Aquí te enseñamos ciertos trucos a fin de que el suelo laminado reluzca como el primero de los días.
- Resfrege con poca agua. Recuerda que la tarima flotante es de madera. Y que, por consiguiente, el exceso de humedad es malísimo para este material. Por contra, para fregar este suelo, lo idóneo es emplear la cantidad justa de agua. Moje la mopa y escúrrala lo mucho más viable a fin de que no quede una cubierta de agua en la interfaz.
- Otra alternativa es emplear mopas. Puedes empapar el paño con agua y el producto con el que limpies y pasarlo. Eso sí, ten presente que si quedan restos de algún líquido o resto, la mopa no los suprimirá. En estas situaciones hay que recurrir a la fregona o a un paño húmedo para sacar los restos. Ten presente, por todo cuanto comentamos, que el suelo laminado que se instala en los suelos de la cocina o el baño, que es donde se crea mucho más mugre, comienza a deteriorarse antes.
- Resguarda el suelo de la luz del sol. Tener luz natural en una vivienda es un lujo. Pero la exposición continuada del suelo laminado a la luz del sol no es tan buena. Por contra, los fotones del sol, transcurrido un tiempo, son dañinos para la madera. En estas situaciones empieza a envejecer y gastarse, tal y como si fuera perdiendo color. Para evitarlo, un truco sencillísimo es bajar las persianas. O, si no deseas abandonar la luz natural, pone cortinas que bloqueen la intensidad del sol.
- Suprime las máculas instantaneamente. Puede ser una molestia, pero dejar las máculas de mugre para después daña absolutamente el suelo laminado. Lo destacado en estas situaciones es que, si se te cae algo de comida, dejas un indicio de barro que hayas traído de la calle o se te derrama algo de jugo líquido, lo limpies al momento. En caso contrario, la mugre se amontona y se regresa poco a poco más bien difícil de remover. A esto se aúna que los restos de mugre gastan la madera y que, si está líquida, puede ocasionar un inconveniente mayor si se filtra.
- Impide llevar zapato de calle. Estar en pijama y con zapatillas en el hogar es un exitación. Y la tarima flotante lo hace de mucho lujo. Pisar con zapatos de calle, que traen mugre, estropea el estado del parqué.
- En ningún caso utilice ceras u otros modelos para pulimentar la interfaz por el hecho de que se dañará.
- Otros trucos que puedes poner en práctica para resguardar el suelo y sostenerlo en perfectas condiciones es poner alfombras en los sitios donde hay suelo y se puede ensuciar mucho más o emplear protectores en las patas de sillas o mesas y eludir que aparezcan nuevos rasguños.
Aspire frecuentemente
Concéntrese en las áreas de bastante tráfico para eludir que se acumule polvo y mugre. Puedes usar una aspiradora con un accesorio particular para suelos de madera que te va a ayudar a eliminar el polvo asimismo de las esquinas. Si barre, use una escoba o un trapeador de fibra despacio.
Adecentar las máculas de líquido en relación se generen, usando un paño de microfibra seco. Asimismo puede utilizar un limpiador despacio y un paño húmedo. No utilice modelos químicos beligerantes que logren dañar el suelo flotante.
Precaución con el sol
Si la humedad es amenazante para el suelo laminado, asimismo lo va a ser el sol. Y entendemos que el sol se come el tono de las cosas, y la madera de la tarima flotante no será una salvedad. Lo mismo sucede con el parqué, con lo que se debe tener precaución con las exposiciones prolongadas o repetidas al sol. Si hace cierto tiempo que tienes una tarima y le da el sol, habrás comprobado los efectos perjudiciales de esta, indudablemente con la pérdida de color en esas zonas alumbradas. ¿De qué manera tenemos la posibilidad de arreglar esto? No es tan difícil. Si hay mucha luz del sol donde tienes el piso laminado, entonces pone cortinas para resguardarlo.
Esa práctica que tienen en ciertos países, como los orientales por poner un ejemplo, de quitarse los zapatos en el momento en que están en el hogar, tiene sentido. Y sucede que de la calle lo acercamos todo en nuestros zapatos. Empezando con toda clase de bacterias y asimismo mucha mugre. De ahí que, especialmente si nuestro suelo es de tarima flotante, lo idóneo es descalzarse solamente ingresar y emplear alfombras en la entrada, para limpiarnos allí los zapatos antes de ingresar.
Precaución con el sol
Si la humedad es amenazante para el suelo laminado, asimismo lo va a ser el sol. Y entendemos que el sol se come el tono de las cosas, y la madera de la tarima flotante no será una salvedad. Lo mismo sucede con el parqué, con lo que se debe tener precaución con las exposiciones prolongadas o repetidas al sol. Si hace un tiempo que tienes una tarima y le da el sol, habrás comprobado los efectos perjudiciales de esta, indudablemente con la pérdida de color en esas zonas alumbradas. ¿De qué forma tenemos la posibilidad de arreglar esto? No es tan difícil. Si hay mucha luz del sol donde tienes el piso laminado, entonces pone cortinas para resguardarlo.
Esa práctica que tienen en ciertos países, como los orientales por servirnos de un ejemplo, de quitarse los zapatos en el momento en que están en el hogar, tiene sentido. Y sucede que de la calle lo acercamos todo en nuestros zapatos. Empezando con toda clase de bacterias y asimismo mucha mugre. De ahí que, especialmente si nuestro suelo es de tarima flotante, lo idóneo es descalzarse solamente ingresar y emplear alfombras en la entrada, para limpiarnos allí los zapatos antes de ingresar.
Lo que no tienes que llevar a cabo al adecentar tu suelo laminado
En ningún caso uses modelos abrasivos, lo único que lograrás es deteriorar la madera y eliminar cualquier brillo.
El pulimentado de la cubierta o la utilización de cera tampoco forman una parte del desarrollo de limpieza de la cubierta flotante. La razón es realmente simple, la interfaz está llevada a cabo de materiales sintéticos y no responde apropiadamente a un desarrollo de limado o se alimenta de cera, sino queda que se pega y escurridiza, empeorando de esta manera la situación.