La cala (Zantedeschia aethiopica) es una planta herbácea de follaje perenne, originaria de Suráfrica, que se puede cultivar tanto en tierra como en medio acuático, en interior y exterior, y luce por su hermosura y distinción.
Especificaciones en general
La cala es una planta herbácea perenne que medra en zonas pantanosas y tiempos cálidos o tropicales, que tiene unas especificaciones en general:
- Altura: Medra espontáneamente entre 60 centímetros a un metro de altura. Ciertas especies alcanzan un 1,5 m de altura.
- Hojas: las hojas se identifican por ser de color verde refulgente en la base y pecioladas largas, del tipo sagitadas pues tienen forma de flecha. Su forma es alargada y puntiaguda, con 2 ondas tenuemente separadas en la base.
- Monoica: La cala es una clase monoica. Clasificación que desde el criterio biológico quiere decir que los dos sexos están presentes en una sola planta
- Tallo: Se muestra con apariencia de rizoma subterráneo del que nacen raíces de hasta quince centímetros de largo. Este rizoma representa la raíz de esta planta y es su órgano de multiplicación. Las hojas surgen de forma directa del rizoma
- Frutos: Los frutos de la planta de cala tienen forma de bayas.
- La Flor: La flor de esta planta, asimismo llamada espádice, puede medir entre 4 y 18 centímetros de prominente. Está cubierto por una espata o bráctea cambiada, normalmente blanca y con apariencia de campana. La espata es lo que equivocadamente se conoce como la flor de la cala y en varias variedades de la planta se muestra en otros diversos colores. Siendo monoica, sus enanas flores de los dos sexos están en exactamente la misma planta.
En todos y cada espata o flor, las hembras se sitúan bajo las masculinas, formando las anteras amarillas.
CÓMO CUIDAR TUS CABRAS
- Florecen a inicios de primavera y hasta finales de verano, temporadas en las que precisan mucha agua.
- Es una planta de forma anual y solo deja de ofrecer flores en invierno, a fin de que vuelva a florecer hay que recortar las flores mustias.
- No se aconseja exponerlas de manera directa al sol, son plantas de semisombra, con lo que precisan un espacio con luz, pero fresco.
- Un espacio perfecto para ponerlas es donde les llega la luz de la mañana, pero desde el mediodía, de manera indirecta.
- Puedes cultivarlas tanto en exterior como en interior.
- Sí precisan un espacio iluminado, si están absolutamente a la sombra no dan flores.
- Tienen que cuidarse de las temperaturas extremas, en especial de las heladas.
- El riego debe reducirse pausadamente con la llegada del otoño y es casi nulo en invierno.
- Si ves plagas en entre los bulbos, corta el perjudicado para eludir que se extienda al resto.
- En el momento en que florezcan hay que regarlas en abudancia pero jamás encharcar ni encharcar la tierra.
- Es muy normal que se marchiten un tanto a lo largo del invierno, puesto que señalan que están descansando y realimentándose para regresar a florecer en primavera.
- En el momento en que se muestre nuevo follaje, asegúrese de recortar las flores mustias para dejar paso a las novedosas.
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